miércoles, 6 de febrero de 2008

El pozo, el brocal y el cubo



Retorno al pozo,
A las pinceladas sueltas
De relumbrantes mañanas,
Con su regalo de rumores
Y su caricia de pluma.

Me asomo al encalado brocal,
Bostezo de sombra abierto,
Allá en lo profundo,
Al misterio de su silente fulgor.

Al menos, hasta que el cubo,
Vibrante en su alma de péndulo,
Dibuje su cabriola, allí,
En la rica penumbra,
Ajustando el saber al azar;
Salpicándonos
De risas y alborotos;
Aplazando el instante
De inundarnos
Con su asalto de frescor.

Justo ahora,
Que su memoria derrama
sobre nosotros, por fin,
Aquella dicha compartida.



Madrid, Diciembre-Febrero 2007-2008



Et alii tantis memoriam

A Gonzalo Fortea, Et in memoriam allii tantis... Deslía la negra tinta sobre la piedra labrada Cálzate las lentes para deslind...