martes, 21 de diciembre de 2010

Viaje





Pálido fulgor temprano, velada
sinfonía opalina de tonos grises
bailando entre titilantes brillos.

Se acallan los sonidos lejanos,
mullidos por una espojosa
blancura, silueteada de pincel.

Sumergido en el festivo alborozo,
pero sin cuentas ni urgencias,
puedo correr las persianas al ocaso.

Las calles carecen de actualidad;
son estas y aquellas, al tiempo, 
transitadas por cada uno y sus jirones. 

Porque viaje y viajero emergen 
al día, confundidos entre un trasiego
de rastros evocados y reverdecidos.

Usurero de esas ocasiones que, otrora
con vosotros compartí, sonrío a aquel 
que creí ver y al que aun no se ha ido.





Blythe Rd. London. 21 de Diciembre de 2010.

sábado, 14 de agosto de 2010

La trocha de Bali




Nace al borde mismo 
del camino vecinal
que prolonga de cemento 
la barriada, hasta las casas 
que, en caótica variedad, 
se asoman de tapadillo a la rambla. 


Al inicio, un recodo
y el invisible presentimiento
del polvo que cubre, apenas, 
un hilillo de cardos tronchados 
en su cáliz de doradas espinas, 
entre secos abrojos y palmitos. 


Mas, a poco que se adentren
los pasos en la liviana trocha, 
las casas desaparecen y se abre, 
a la altura de los cañaverales, 
ya junto al muro, unas lindes 
ribeteadas de tuna chumbera 
que deberán contener las avenidas 
de los aguaceros invernales. 


Y todo parece sencillo: la atención 
en el clareo y el agreste pedregal, 
floreado de rodales de hierva y poleo; 
el calor húmedo que te acoge, 
antes de abrirse, casi romperse, 
contra unos setos de aligustres 
plateados, frente a la alta duna. 


Y, entonces, una abismal extensión 
de turquesa peinada de espumas, 
fugaces y livianas, como sonrisas 
de niños recién surgidos 
de entre los sueños: un cerco de marfil, 
luminoso entre los cantos rodados 
que se desparraman, apagados y cansinos, 
animándome como cantiñas y tanguillos 
¡avante claro! contra el abrazo del levante 
hasta la escurrida rompiente de la vida. 




Bolonia, Tarifa en Agosto de 2010

lunes, 26 de abril de 2010

Un día cualquiera


Madrid, Agosto de 1924 - Castellón, Abril de 2010
Sea, para ti, liviana la tierra...


Cada despertar, 
   como un presente:
      por la asombrosa claridad
que aun extraen de la vida tus ojos;
   por el latido y hasta 
      por el suspiro con que recibes
la tenue caricia del espejo.


¡Un día más! que prolonga
   su sombra malva
      sobre la colcha,
como una revelación
   de esperanza
      donde asirse.


Y, a pesar del silencio,
   amortiguado por el rumiar
      de tus pensamientos
         que escarban raíces
en el humus de los tiempos,
   recoges los retazos
      de la espesa noche
y te consagras a la pulcritud
      de tu enjuto cuerpo.


Sabes que las sombras
   te acechan, encogiéndote el aliento,
pero siempre guardas
   una sonrisa de repostería
      con la que regalar cada encuentro.


¡Un día entero!
   de querencias cotidianas
      y de infantiles sorpresas.
Una extensión más
   de tareas espartanas
      y palabras sembradas
a expensas del sueño.


Un día cualquiera, 
   de blusas coloridas
      de ansias de sol y de lilas;
para deambular
   entre acalladas quejas,
      murmuradas cual sortilegios
contra la oscuridad y el miedo.


Y ya cae la noche,
   y tiendes el mantel
      sobre la mesa con unción ritual,
con el placer y la esperanza 
   de haber sumado, felizmente,
       otra nueva jornada
          al resto de esta parca vida. 










Madrid, 2007-2010

miércoles, 21 de abril de 2010

La luz se viste de emblema



El fulgor se extingue
tras una línea de anhelo.

El índice dibuja
la arquería de su labio.

El hoy descansa, por fin,
en su destino de emblema.

La sorpresa postrera
deja su rastro de aguada.

La mano sobre la columna,
la llave en el cerrojo,
cada palabra acompasando
la vida en su misterio.




Bolonia, Cádiz Abril del 2010





 

miércoles, 14 de abril de 2010

El ópalo de la tarde




Somera,
   la onda cubre la arena
      con su caricia de espuma;
La bajamar,
   revela lo intangible
      que se eleva hacia el sol
entre un azar de regatos e isletas.

Es la rotación de los meteoros,
    en la que se pergeña un mundo
      de fugaces esplendores
entre cantos, limos y cenizas.

De modo parejo, tu vida
   se debate entre las mareas, 
      elevando una desigual porción
         de tierra que irá cubriéndose 
con el velo del tiempo. 

Ante nuestra incrédula mirada,
   testigo de ese efímero esplendor,
      cada rastro, cada huella 
         se irá unciendo al singular destino 
   de nuestra memoria; 
      al fulgor de la retina 
         o a la plenitud de la nada.



Rota-La Plana, Abril de 2010





miércoles, 24 de marzo de 2010

Aquello en lo que consistimos (Selbt)



Afirma el filósofo: "Si sólo cuerpo hubiese, no existiría el vivir"


Antes que el yo,
   Ello ya sabe.
Y aun el tiempo 
   se ha forjado
en la reverberación
   de su pulso interno. 



Trémulas, la pupilas
   dilátanse, cual cerco amable,
cuando ya pasó 
   el torrente de emociones 
por el brillante empedrado. 


Aquello en lo que consistimos, 
   juega en su covacha, confiado;
otros dan la cara, erizan su vello
   o tensan sus músculos, almas
e identidades.


Por cavas profundas, 
   una coreografía de efluvios, 
descargas e imágenes, labran
   experiencias inefables 
que nos hablan, de forma queda, 
   del óvalo que me cautiva;
de su dócil merodear, del ritmo
   que atempera el ánimo;
del paisaje, en fin, que se bosqueja
   cuando cierro los párpados
y me abro, confiado, al horizonte. 







Madrid, Del Oráculo, 23 de Septiembre de 2007-2010

lunes, 22 de marzo de 2010

Haiku del Equinocio de Primavera



En este mundo 
que crea, al tiempo, la nuez y su cáscara,
No hay apariencia
sino para que exista la armonía
que es Unidad,
en eterno movimiento. 





domingo, 21 de marzo de 2010

París

 



Cae la noche sobre París
   y parece otra ciudad,
      con sus reflejos brillantes
         y sus rostros joviales.


Acallo los ingrávidos
   pensamientos, los sueños
      infantiles que crean su velo
         sobre la acera, sobre el ritmo
del tráfico y los escalones del metro.


¿quien desea un deseo sin cumplimiento,
una espera baldía, un rostro sin cuerpo?


Aquí está el cour du passage, 
   sobre el que golpea
      placentera y sonora la lluvia.
Aquí está el estudio, 
   abriendo su calor
      al cuerpo y sus desechos.


Coges el vaso que sopesa tu sed;
   te reclinas en el sofá 
      y miras tras la ventana:
      allí está París y no te espera, 
         ahí está la ajedrezada calzada 
que repica y reverbera con el goteo.


Pleitesía del instante, ese ahora fugaz
es lo único que realmente tienes;
lo demás son quimeras y farándulas.


Escucha la vida en sus rumores, 
    ellos te darán la medida,
      tal vez la gracia...
Nunca nostalgia, ni desilusión.




24 , Rue Godot  de Mauroy, París. 20 Marzo del 2010

lunes, 15 de marzo de 2010

El camino del Medio






Revestido de uno mismo, 
  adornado con lo propio, 
    ramoneo el reflejo 
que surca ese otro pálpito.

La mirada, descansando 
  a tres metros de mi silueta, 
     libre del asalto de los tránsitos,
parece extrañamente calma. 


Casi ajeno al vértigo de rostros
   cuyo rastro arañaba mi memoria
      labrando surcos indelebles
         de imposible melancolía, 
sonrío a la sombra
   que me precede
      a tres metros de terrazo;
         ajeno ya al deseo, que se despide 
sin volver el rostro. 

     ¡tanto como compartimos! 

Un luminoso vacío 
  esculpe mi centro 
      y diluye toda congoja 
y la voluntad de su gesto. 

Escucho los pasos de gato 
  marchar por el pasillo... 

     Lo he dejado marchar.
Estoy dispuesto a todo. 










Ignacio Vento Villate, calle del oráculo, Madrid

jueves, 4 de marzo de 2010

martes, 9 de febrero de 2010

sábado, 16 de enero de 2010

Haiku del Invierno



Huellas sobre la nieve límpida
Vienen de las piedras, se pierden en la hierva. 
Cuando el sol declina,
Verdea la hierva y las piedras prevalecen. 




viernes, 1 de enero de 2010

Haiku de Enero





Ningún viento puede acallar al silencio.
La luna no abandonará  el lago,
en la claridad de la noche.







Et alii tantis memoriam

A Gonzalo Fortea, Et in memoriam allii tantis... Deslía la negra tinta sobre la piedra labrada Cálzate las lentes para deslind...