Puñales de luz
sobre espejos dorados
El dolor suspendido
en la brisa incierta
viene de allá
y queda
como prendida
del filo
de los labios
en el centro
incandescente
del flanco izquierdo.
Todo acorde presente
se rompe
tras el turbio cristal
Todo gesto
deviene
pantomima
La dignidad
de tu agonía
Mis palabras
trémulas y hueras
Mi mano
prendida
al fuste de tu falda.
sobre espejos dorados
El dolor suspendido
en la brisa incierta
viene de allá
y queda
como prendida
del filo
de los labios
en el centro
incandescente
del flanco izquierdo.
Todo acorde presente
se rompe
tras el turbio cristal
Todo gesto
deviene
pantomima
La dignidad
de tu agonía
Mis palabras
trémulas y hueras
Mi mano
prendida
al fuste de tu falda.
Huerta-Madrid, Verano 2011