martes, 13 de septiembre de 2011

Agonizaba el día...








Puñales de luz
sobre espejos dorados 


El dolor suspendido 
en la brisa incierta


viene de allá
 y queda 
como prendida 
del filo
de los labios
en el centro 
incandescente
del flanco izquierdo. 


Todo acorde presente
se rompe 
tras el turbio cristal


Todo gesto 
deviene 
pantomima


La dignidad
de tu agonía


Mis palabras
trémulas hueras


Mi mano
prendida
al fuste de tu falda. 







Huerta-Madrid, Verano 2011


Atardecer




La luz postrera
Dorado fulgor
 El azar 
labra
su propio surco







Huerta, Agosto 2011



Et alii tantis memoriam

A Gonzalo Fortea, Et in memoriam allii tantis... Deslía la negra tinta sobre la piedra labrada Cálzate las lentes para deslind...