
Hay días que están hechos
De esperanzas deshilachadas
Como la madeja de un gato.
Hay días con soles
Bajo las sábanas,
Flores en el fregadero,
Sonrisas en las cortinas
y un sabor de regaliz
Que nos consuela
En lo peor de la jornada.
Hay días con pesaresComo setas en otoño
Y otros que languidecen
Como siestas junto al mar.
Hay días que tienden
Sus cabellos sedosos
Al tacto de los niños;
juegan al escondite
Con nuestras llaves
Y despuntan de colores
Nuestros lapiceros.
Hay días que callan
Su inasible secreto
Con un guiño cómplice
Y días que siguen
a otro días y que,
Sólo nosotros,Esperamos.
Madrid, Junio del 2008