a mi prima Tere Vento
¡Recuerda cuerpo cada pálpito!
Que el iluso tiempo
no desbarate los surcos
que fueron sembrados
Que el fulgor
no se extinga de la traza
de esos precisos instantes...
del ingrávido vuelo
de las hojas otoñales,
del brillo de aquellos ojos,
cuando fijamente me retaste.
¡Recuerda cuerpo!
Mientras me lleves
por esta llaneza,
Ahora rendida y yerma
¡Recuerda!
Pues seguro que ser abrirán,
cual corola,
nuevos amaneceres
de rosado aliento.
Madrid, 23 Enero de 2011
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