
De la voz del deseo
Sierpe arcana
sutil y llameante
Del beso al destino
encadenado
Lúcido y planetario
De la herida en la tierra
Sembrada
de dientes y esperma
De la mano del llanto
temprano
Como primer tributo
de aliento y alma
Por entre el tumulto
De cuerpos ardientes
Que insomnes se hunden
En el inculto abismo
Sobre los náufragos restos
De la memoria
Que con fugaz presencia
Me acarician
Cual aves nocturnas
Sobre la extensa soledad venidera
Sobre la mirada del hogar perdido
Sobre el desamparado rostro
Del animal erguido
Consagro la palabra
La fe en el sentido
Propicio la humana sangre
Que nos encadena a la esperanza.
Madrid 1983
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