domingo, 7 de julio de 2024

Fulgor de Espejos





He ahí la Palabra, 
rotunda y diáfana
como filo de perlas
sobre fulgor de espejos.

He ahí la Palabra. 

Acudid a su encuentro
cual festivo podenco
cuyo trote pastueño
disfraza su anhelo
por reemprender senderos.

He ahí la Palabra. 

Que se vierta en la tolva
de los ávidos sentidos,
celebrando en la molienda
su cosecha de adviento. 

Que, con rumor de cántaros,
cumpla alegremente
su vocación de ecos, 
Y que relumbre en las miradas
 cuan zaguanes que se abren,   
entre un reguero de luces, 
a los entornados aposentos. 

He ahí la Palabra.

Porque ¿sin ella?
¿Qué sería del mundo?

De esta compartida 
orfebrería, plenitud 
que sólo en nosotros
se casa y recompone. 

De ese liviano aleteo
de hojas estremecidas
en resonante revolera,
hasta acariciar el cielo.

Sería tan sólo…

un llaguear de lo etéreo, 
venero que a borbotones 
manara  o río que, 
en el caz silente,
rebosara su cauce estrecho
y que ya nunca impulsaría
a la pala y la piedra
en la que otrora se mallara
la mies en sazón
de nuestro magro cuerpo. 




Huerta-Casita Azul, Agosto 2007




1 comentario:

  1. He encontrado tu blog por casualidad buscando imágenes de espejos para un relato. Me quedo un rato leyéndote; qué bueno

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En el Claro

Bailan las hojas  Bajo luces fugaces Brincan los corzos  ***** 葉は舞う 光の閃きで 鹿は跳ぶ  ***** Ha wa mau Hikari no hirameki de Shika wa tobu