
A la presencia, me reclamas;
a la claridad
de las formas y sus certezas,
Pero yo,
Como fulgor arco iris
A lomos de la corriente,
Me escabullo
Del improvisado cerco.
Y aunque para ser,
Escribo
y entre líneas
y entre líneas
Has de buscarme,
que ignoro
que ignoro
El manantial donde brota
Cada palabra y su cadencia.
Mira allí,
en los azogues de su cauce;
cuando, remansado,
en los azogues de su cauce;
cuando, remansado,
Espejea en las compuertas,
allí donde,
extrañado como Narciso,
extrañado como Narciso,
Presumo mi propio rostro.
Si escribo,
Es con la ingenua esperanza
De crearme,
iluminado por las contracciones
iluminado por las contracciones
Del nombre;
pues, sin ello, soy apenas
un hiato;
pues, sin ello, soy apenas
un hiato;
Silencio de corchea;
Sospecha y temor
Entre esta perenne bruma
Donde alientan las formas.
Ya ves,
yo también me reclamo
al espacio
yo también me reclamo
al espacio
Invisible tras la palabra,
Aunque no para retratarme
De cuerpo presente;
Ardides de la apariencia
Y de lo que nos guarnece.
No…búscame
en la plaza, junto al pilón,
en la plaza, junto al pilón,
Donde el vocero
Ensancha sus razones
Y llévame en tu camino
Guarecido en el amable
Regazo de tu memoria.
Madrid, Febrero del 2009
Y sin embargo en las lindes del tal cerco te entretienes, crees confundirte con el paisaje que tú mismo creas, tientas travieso a mi imaginación, me llamas con la canción de ese tu manantial. “Silencio de corchea”, dices. “Una entretenida síncopa en la mañana”, digo yo. Y sigues siendo esquivo, pero sigues siendo, se percibe tu contorno. B.S.
ResponderEliminarY, por tanto, te entretengo en el cerco que me tiendes, creando el paisaje en tu imaginación para confundirte, para que te fijes en el manantial, en el pez, en lo patente que sustituye a lo inefable, a lo esquivo, al "contorno".
ResponderEliminarSilencio que reclama la atención al sonido por llegar. Tensión dinámica. Esencia musical y existencial ¡Oh síncopa! ¡Que sería de los cuartetos de Beethoven, que sería del blues!
Gato Cheshire, la síncopa de tu sonrisa regala a Alicia el cuerpo de tu silencio. B.S.
ResponderEliminar