
Miro hacia la nada
que refulge frente a mí
y entonces reconozco
su sonriente
rostro de espectro.
Me mira y asiento
y reconozco morucho
que no he saldado la cuenta
de todos los silencios
que hemos compartido;
con los que me has amortajado,
por los que te he herido
y con los que nos hemos amado.
Al fin, algunas hebras
trazan su camino
en el entramado del huso
y esa vibración, suspendida
por los senderos del aire
dibuja su diseño
de sargas invisibles.
Huerta, Agosto del 2009
de todos los silencios
que hemos compartido;
con los que me has amortajado,
por los que te he herido
y con los que nos hemos amado.
Al fin, algunas hebras
trazan su camino
en el entramado del huso
y esa vibración, suspendida
por los senderos del aire
dibuja su diseño
de sargas invisibles.
Huerta, Agosto del 2009
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