lunes, 15 de enero de 2024

Tras los pasos de la Maga





Cabalga sobre
la espuma de los días,
que te estremezcan 
las disonancias de Miles
que Cocteau diseñe tu figurín 

Cruza el puente de las Artes
y la corriente encarnada
hacia el templo de la Patafísica
y un instante, concédete 
un instante de vértigo, 
un pálpito de ser o no ser.

Renueva el orden velado
de los pasos conocidos
 hasta el redondo 
y minúsculo velador
medio oculto bajo 
su bolsón de zíngara.

¿No sientes que la primavera
quisiera romper a llorar?
¿No oíste que ya ofrecen Ghiocel
en Chez Julien y en du Barres?

Camina sobre la línea
del destino, bajo el umbral 
cuyo vacío especular 
retorna para devorarte
cual indescifrable laberinto.

Vive fuera de tí,
siendo ese otro propio
que se mira y se oye
en las verdades proferidas
como sementera
que se aventase a la cara. 

Ayer fuiste un transeúnte 
que caminaba
bajo primorosas galerías,
Pero hoy acaricias los lomos
erótizados de los libros de lance
y envidias a la gárgola
que puede seguir su rastro
y al mozo que ahora se inclina
sobre la minúscula mesa
para servir su minúsculo café. 

Ay, quién no quisiera 
conseguir el ensalmo
que se esconde
tras la amplitud de su sonrisa. 

Y suplica, eleva los brazos 
y suplica
Ojalá pudiera adentrarme 
en sus sueños
y acompañarla
a través de la madriguera
del conejo blanco. 















Madrid a 3 de Mayo del 2013

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